La intención del proyecto es desde un inicio, ayudar a explicar desde su configuración espacial la estructura de la exhibición, para colaborar en tanto que posible con su forma, a la lectura integral del discurso curatorial. Paralelamente, y también como punto de partida del proyecto, se planteó el diseño del montaje como un proyecto sencillo, económico y sustentable.
La exposición se concibe como una sucesión de contenedores uniformes, que refuerzan la tesis curatorial de tratar todas las religiones con equivalencia; estos contenedores son cruzados por un eje vertebrador que une todos los espacios, y por ende, todas las religiones. La homogeneidad que se establece en el montaje, solo se rompe en puntos singulares, como son la entrada o los remates visuales del corredor central. En éstos, se refuerzan las visuales con piezas de alto valor simbólico o formal, colocadas estratégicamente en el diseño: unas campanas en la entrada que permiten la interacción del público, una proyección colorista con contenidos festivos y la escultura de gran valor histórico, en los extremos de éste ejes. Ante un montaje voluntariamente homogéneo, el color y la diferencia lo proporciona la iluminación: se aplica una amplia paleta cromática generada tan solo por filtros de colores e intensidades de luz, que bañan muros, textos y reproducciones de piezas (nunca originales), generando un ritmo y una cadencia a una exposición voluntariamente repetitiva en su forma.
En cuanto a la materialización de los contenedores, el proyecto busca en su tectónica la expresión más pura de la austeridad. Una clara apuesta por un material de origen reciclado, y reciclable, el cartón corrugado, está en el origen del proyecto. Al cartón amontonado, creando grandes estibas, se le practican unos vaciados para contener las piezas; el forrado necesario del interior de las vitrinas, por cuestiones de seguridad y mantenimiento de las piezas, se hace con madera estándar, sin tratamientos ni acabados; finalmente, un vidrio simplemente atornillado, sin más detalle que la modulación regulada entre la totalidad de las vitrinas, actúa como protección de las piezas. La totalidad de los materiales seleccionados, es pues, una búsqueda recurrente a esta austeridad y a la voluntad de una arquitectura efímera sustentable y sobre todo, contenida.