Las primeras reflexiones concluyen tres consideraciones: no intervenir en la propia estructura del edificio, y por lo tanto, hacer algo exento; la intervención deberá ser techada, dadas las condiciones climáticas de la Ciudad de México (sol y lluvia). Necesariamente, pues estamos hablando de un objeto; y por último, si es un objeto, y por razones de capacidad éste tiene que ocupar gran parte del espacio, cuáles son sus características para que dicho objeto consiga dialogar con el entorno, sin destruirlo ni secuestrarlo.